¡Seamos luz!

¡Seamos luz!

Este verano se ha cumplido un año desde la inauguración de nuestro querido Centro materno-infantil de Ndava. Este primer año, sin duda ha estado lleno de gracias, de muchos éxitos y muchos milagros para poder salvar la vida a quienes dan vida.

Sin embargo, teníamos una “pequeña” preocupación en mente que no nos dejaba dormir bien del todo. Debido a la localización del centro en Burundi, en un entorno rural totalmente remoto y sin acceso a suministros, no teníamos acceso a electricidad. La solución de urgencia fue instalar una pequeña placa para funcionar durante el día y un generador para poder recibir y atender pacientes también por la noche. ¡Nunca se sabe cuando puede venir un parto o un enfermo!

Pero necesitábamos una solución duradera y sostenible que no nos hiciese depender de los vaivenes del combustible en Burundi, que no son pocos. Y nos dijimos: ¡seamos luz!

Para ello, removimos cielo y tierra hasta dar con la solución. Después de mucho esfuerzo y mucha suerte, conseguimos hacernos con un premio de la Fundación Anesvad, por importe de 30.000€, para llevar a cabo el proyecto de la mano de la Fundación EKI.

El proyecto ha sido sin duda ambicioso: durante casi un año, y gracias a la inestimable colaboración de la Fundación EKI, hemos trabajado intensamente en el dimensionamiento del proyecto en terreno, en la compra y preparación de los materiales, en el envío de todo el material en contenedor desde España, en el traslado de los técnicos desplazados desde España hasta Burundi y por supuesto en el propio montaje y puesta a punto de la instalación en Ndava. Una de las claves de este proyecto es que, gracias a un router y a una antena que hemos desplegado en nuestro centro, la instalación está controlada remotamente por la Fundación EKI desde Bilbao, de tal forma que sus técnicos pueden monitorizar en tiempo real la actividad de la instalación y reportar cualquier incidencia a los técnicos locales que ellos mismos formaron en Burundi. ¡Toda una revolución tecnológica en Ndava!

Finalmente, el pasado mes de mayo pudimos trasladarnos a Burundi con los técnicos de la Fundación EKI para realizar la instalación de las 36 placas fotovoltaicas, baterías y equipos, logrando poner en marcha la instalación, con la que hemos cumplido nuestro sueño de llevar luz a Ndava.

Además del grandísimo impacto que está teniendo la instalación en Ndava todos los días, una de las lecciones más valiosas que nos ha dejado este proyecto es aprender a valorar todas las cosas que damos por hecho en España pero que a este otro lado del mundo son un privilegio. ¿Te imaginas cómo sería tu vida sin electricidad? ¿Y especialmente en un país como Burundi donde el sol se pone todos los días del año a las 6 de la tarde? Es duro pensar que esa es la realidad a la que se enfrentan el 96.5% de los burundeses de zonas rurales, con las consecuencias que ello supone a nivel económico (se estima que el 25% de la renta anual de los burundeses se destina a queroseno, pilas y velas), académico (abandono escolar al no poder estudiar los niños en su casa), salud (enfermedades respiratorias e incendios derivados del uso del queroseno), medioambiental (tala de árboles para lumbre), seguridad, comunicación, vida social…

Por eso, es especialmente emocionante ver con nuestros propios ojos como un proyecto aparentemente tan sencillo genera un impacto tan radicalmente significativo en la comunidad. No sabríamos cómo transmitiros con palabras el orgullo y la ilusión que hemos podido ver en los ojos de las madres y niños de Ndava cada vez que acuden a nuestro centro para curarse…

Y por eso, queríamos dar gracias. Gracias por ser unos privilegiados. Y gracias a la Fundación Anesvad, a la Fundación EKI, a sus técnicos y a los técnicos locales en Ndava, al equipo de la EITB que se desplazó para documentar el proyecto y a todas las personas que apoyan la labor que llevamos a cabo todos los días en Burundi, pues todos juntos y trabajando en equipo hemos logrado que tener electricidad deje de ser un privilegio también en el otro lado del planeta, y que el Centro materno infantil de Ndava sea el mejor sitio del mundo para dar a luz… cuando no hay luz.

Que nunca se nos olvide… ¡seamos luz!

Salvar la vida a quienes dan vida – Fundación Mutua Madrileña

Salvar la vida a quienes dan vida – Fundación Mutua Madrileña

¡Qué contentos, emocionados y satisfechos estamos! El pasado jueves 3 de marzo de 2022, la Fundación Mutua Madrileña, en un solemne acto presidido por S.M. la Reina Doña Letizia, acompañada por la ministra de Justicia, Pilar Llop Cuenca, y el presidente del grupo Mutua y su fundación, Ignacio Garralda Ruiz de Velasco, hizo entrega de las X Ayudas a Proyectos de Acción Social entre las que nuestro proyecto en Burundi “Salvar la vida a quienes dan la vida” resultó ganador. Por parte de ASU ONG, asistieron Jaime Linares, Gaspar González-Palenzuela y Carlos Bobillo.

El proyecto nace como respuesta para prestar atención médica en la comunidad de Ndava, una de las zonas más remotas del país más pobre del mundo, donde el acceso a una asistencia sanitaria de calidad era hasta ahora inexistente, trasladándose esto en uno de los índices de mortalidad entre madres y de la población infantil más altos del mundo (110 muertes x 1.000 niños en el momento de nuestra llegada a Ndava) y ello además en uno de los países con mayor tasa de fertilidad del mundo (5,3 hijos de media por mujer).

Se busca así facilitar una atención médica de calidad, gratuita y sostenida en el tiempo, con ánimo de servir como referencia en la provincia de Kayanza y con la vocación de convertir el centro materno infantil en un centro de referencia en la zona norte del país, rompiendo de esta forma las barreras económicas que impiden el acceso a los cuidados necesarios para madres y niños durante todo el proceso del embarazo, el parto y el post-parto. Asimismo, el centro se centra en la atención de epidemias (malaria, SIDA y tuberculosis) y malnutrición.

El premio recibido para este proyecto, que ha sido seleccionado entre más de 700 propuestas, nos permitirá aumentar exponencialmente la capacidad del centro para poder llegar a toda la comunidad de Ndava (≈ 60.000 personas) y satisfacer la altísima demanda que nos estamos encontrando entre la población local debito al éxito del centro en estos 8 meses de funcionamiento.

Queremos por tanto, agradecer una vez más a la Fundación Mutua Madrileña, así como a todas las personas que forman parte de la misma y que trabajan diariamente por seguir impulsando esta y otras iniciativas, su apoyo, su generosidad y su confianza en este proyecto que nos permitirá, hasta la entrada en vigor del acuerdo de colaboración público-privada con el Ministerio de Sanidad de Burundi para la cofinanciación del Centro, seguir brindando atención médica de calidad a madres y niños en la comunidad de Ndava.

Igualmente queremos extender nuestro agradecimiento a todas las personas, que de manera individual o a través de otras instituciones, nos han ayudado durante estos últimos años a llevar a buen término la construcción del centro, a ponerlo en marcha con el mejor equipamiento, material médico y medicinas, a todos aquellos que han financiado con donaciones las diferentes infraestructuras, y por supuesto a los socios, que son el motor y el alma de ASU ONG y que nos animan cada día a seguir trabajando por los que más lo necesitan.

Gracias a todos por permitirnos haber podido convertir en una realidad un sueño de muchos años para toda la comunidad de Ndava. Gracias una vez más por ayudarnos a garantizar una atención sanitaria de calidad y por poder brindar a madres y bebés un lugar digno en el que dar a luz y llegar a este mundo.

Como decía Ignacio Garralda en su intervención durante el acto, citando una anécdota sobre cómo los japoneses enviaron material en la peor época de la pandemia Covid en Europa, no debemos dejar de tener presente que “somos olas de un mismo mar, hojas del mismo árbol y flores de un mismo jardín. No lo olvidemos nunca”.

Que no se nos olvide nunca el porqué de nuestra misión.

¡Mil gracias!

© Casa de S.M. el Rey – S.M. la Reina Doña Letizia y Gaspar González-Palenzuela Gracia

© Fundación Mutua Madrileña

© ASU ONG – Gaspar González-Palenzuela Gracia, Carlos Bobillo Barbeito y S.M. la Reina Doña Letizia

© ASU ONG – Gaspar González-Palenzuela Gracia, Jaime Linares Salazar y Carlos Bobillo Barbeito

© ASU ONG – Carlos Bobillo Barbeito

2022, te estamos esperando

2022, te estamos esperando

Como el año pasado, hacemos balance de este año que ya se nos escapa y no podemos estar más orgullosos de todo lo conseguido y, sobre todo, más ilusionados por lo que está por llegar en este casi estrenado 2022.

Este 2021 ha vuelto a ser un año complicado para todos, diferente, en el que desgraciadamente tampoco hemos podido hacer nuestro tradicional proyecto en verano con jóvenes debido a las restricciones todavía vigentes en muchos países, y en el que solo dos voluntarias, Marta y Patricia, pudieron visitar los proyectos para hacer seguimiento tras guardar una larga cuarentena. Durante estos meses de ausencia física, hemos tenido que seguir trabajando desde la distancia para ejecutar todos aquellos proyectos que teníamos planificados, para seguir y medir el impacto de los ya ejecutados y para crear nueva sinergías con nuestras contrapartes locales, especialmente con ASEDR (Association pour la Santé, l´Éducation et le Développement Rural) en Burundi.

Ha sido un año en el que por fin, después de mucho tiempo y trabajo, hemos podido inaugurar el Centro Materno Infantil de Ndava que ya está funcionado a pleno rendimiento brindando atención y cuidados a madres y niños, ha sido también un año en el que hemos crecido y dado un salto de calidad importantísima en Madrid, en el que hemos firmado algunos nuevos acuerdos de colaboración, en el que hemos lanzado nuevos proyectos relacionados con la salud y el deporte y en el que hemos ganado algunos concursos y ayudas que pronto podremos contaros… En definitiva, ha sido un año de crecimiento y de recoger los frutos de tantos meses de trabajo.

Si todo sigue el cauce planificado, este año que ya entra será el momento en que por fin podamos volver a pisar suelo burundés. Durante el 2022, Dios mediante, retomaremos nuestros programas de voluntariado internacional, instalaremos nuestra primera instalación fotovoltaica en el corazón de África, lanzaremos cursos de formación para personal local, organizaremos un par de proyectos sanitarios, acometeremos un nuevo y gran proyecto de cooperación, lanzaremos una pequeña empresa social con la que financiar nuestros proyectos y sobre todo, celebraremos nuestro XV aniversario como es debido.

Estos días nos acordamos especialmente de todos los voluntarios, equipo, gente en terreno, socios, empresas, donantes, beneficiarios y de todos los que nos han ayudado a trabajar por los más necesitados en esta etapa postpandemia en la que ha quedado más claro que nunca la importancia y la necesidad de seguir al lado de quienes más nos necesitan.

¡Muchas gracias a todos los que nos habéis ayudado! Nos sentimos tremendamente orgullosos del aliento que nos brindais a diario y que nos permite seguir trabajando por los que más lo necesitan. Hagamos juntos del mundo un mejor lugar en el que vivir.

Nos vemos el año que viene, no podemos estar con más ganas de todo lo que viene. 2022, te estamos esperando.

¡Seguimos!

Un fichaje inexplicable

Un fichaje inexplicable

Días, semanas, meses de mucho trabajo en los que empezábamos a ver que las necesidades diarias de Burundi comenzaban a desbordar nuestra limitada estructura en Madrid. Necesitábamos incorporar a alguien y de repente, como una bonita casualidad – si es que existen las casualidades 😉 -, aparece una persona de la vieja guardia de ASU en Burundi y parece que todo empieza a cuadrar.

Hoy podemos decir orgullosos que ASU crece y que estamos felices de anunciar que Carlos Bobillo Barbeito “Bobi”, presente en ASU desde los inicios y que ha compartido su testimonio con todos nosotros en varias ocasiones, vuelve a casa y se incorpora a nuestro equipo para seguir creciendo tanto en España como en Burundi.

Carlos es licenciado en Derecho y ADE por CUNEF, diplomado en Ciencias Políticas y Relaciones internacionales por la UCM y ha estudiado un Máster de Derecho Europeo en la Universidad Libre de Bruselas y un Máster de Cooperación Internacional, Finanzas y Desarrollo en la Sapienza de Roma. Durante su carrera profesional ha trabajado varios años como abogado en Baker & McKenzie, el Parlamento Europeo y en Garrigues, y viene de pasar dos años viviendo y trabajando en Burundi en el sector del café como country manager de Greenco – Sucafina, además de colaborando con los proyectos de ASU en terreno.

Fuera de toda duda está su capacitación profesional, pero por lo que más nos alegra contar con él es por su creciente implicación y conocimiento del tercer sector, habiendo participado durante muchos años en proyectos de diversa índole en Burundi, México, Nicaragua, Haití, Marruecos o Camboya, y habiendo incluso conducido una furgoneta recorriendo los más de 16.000 kilómetros que separan Jerez de la Frontera hasta Mongolia para recaudar fondos para los proyectos de ASU en Burundi… Por esto y mucho más ha sido reconocido por Nova Talent en su 111 List como uno de los profesionales under 35 más destacados de nuestro país en la categoría de Impacto Social.

No podemos estar más felices de este impulso a nuestro trabajo en Madrid y en Burundi, como el propio Bobi nos compartía:

Hoy he llegado a la conclusión que Burundi es inexplicable. El país de las mil colinas; el país del genocidio. El país más precioso del mundo; el país más pobre del mundo. Sigo sin entender qué tiene Burundi. Sigo sin entender por qué acabé en Burundi. Un pequeño país perdido en el corazón de África, unos universitarios con ganas de cambiar el mundo, muchas casualidades, un viaje fortuito. He necesitado más de doce años y muchos Burundis para entender que no. Que aún no he visto nada. Que la vida te sorprende cuando menos te lo esperas si tienes el corazón abierto. Que nada fue casualidad y que cada desvío del camino previsto tuvo un sentido.

Ahora entiendo aquello de que si quieres hacer reír a Dios cuéntale tus planes. Porque Burundi primero fue un viaje. Luego fue mi casa. Y ahora empieza a ser mi vida. Porque hay que soñar en grande para llegar lejos. Porque nos esperan mil retos juntos; pero basta con confiar. Sencillamente. Porque nada ha salido como estaba previsto; pero qué increíble es este camino a Ítaca. Porque todo ha cambiado menos lo único importante, nuestras ganas de cambiar el mundo. Porque Burundi siempre será inexplicable. Pero qué fácil fue decirle siempre que sí.

Seguimos, quedan a partir de ahora muchos más años de trabajo por delante. Burundi sigue necesitando de toda nuestra ayuda y estamos convencidos que de ahora en adelante, seremos más capaces que nunca de seguir haciendo del mundo un mejor lugar en el que vivir.

Vamos a por ello Bobi, aún no hemos visto nada 😉

2021, the best is yet to come

2021, the best is yet to come

Este 2020 que ya empieza a tocar a su fin -y menos mal que ya lo hace- ha sido para todos los que formamos ASU un año más que diferente. Arrancamos con más ilusión que nunca, con varios proyectos en nuevos países sobre la mesa, con ganas de seguir cambiando el mundo, hasta que como el planeta entero nos vimos sorprendidos por esta terrible pandemia.

Durante todos estos meses, hemos seguido trabajando desde Madrid para redoblar esfuerzos en el desarrollo de nuestros proyectos de cooperación sobre el terreno en Burundi y Nicaragua y para incrementar también la ayuda prestada en nuestra propia ciudad a causa del Covid19.

Una labor importante durante este tiempo ha seguido siendo la difusión, la sensibilización y la presentación de nuestros proyectos a concursos, tratando de obtener la financiación necesaria para poder desarrollar nuestros proyectos sanitarios, y para preparar a la población local frente al impacto del coronavirus. Hoy estamos felices de contar que hemos sido ganadores de 3 importantes concursos en estos últimos meses.

  • CBRE gracias a la convocatoria de ayudas “Nuestro proyecto solidario: tú eliges” y que permitía a todos los empleados de la firma la oportunidad de dar a conocer los proyectos sociales en los que están involucrados, nos va a permitir comprar parte del material necesario para poner el paritorio del CMI en marcha cuanto antes.
  • También hemos sido vencedores en la X Edición de la iniciativa de la Fundación KPMG “Apoyamos proyectos que transforman la sociedad” y que este año tenía un especial enfoque de ayuda a paliar el impacto de la pandemia del Covid-19 a través del apoyo a entidades locales. Gracias al voto de todos los empleados, podremos comprar el equipamiento necesario para hacer del CMI un lugar seguro en el que recibir atención.
  • La Fundación Quirónsalud nos ha otorgado una de las ayudas de su “Convocatoria 2020 de ayudas a la Cooperación Internacional en materia de Salud” y que nos permitirá terminar de comprar el material médico necesario para brindar una atención de calidad, accesible para todos y sostenible en el tiempo, enfocada a la etapa del embarazo y posterior al parto.

Estamos felices de poder contar con el apoyo de estas tres grandes entidades, que nos acercan un poco a lo que llevamos meses soñando, y que tenemos previsto para este próximo mes de enero, terminar de equipar y poner definitivamente en marcha el centro materno-infantil que nos permitirá llevar atención sanitaria a madres y niños en el corazón de África.

¡Muchas gracias a todos los que nos habéis ayudado! Nos sentimos tremendamente orgullosos del apoyo recibido, de los voluntarios que han liderado estas iniciativas y del trabajamos que juntos seguimos haciendo por mejorar la vida de los más necesitados.

Esto es solo el principio, tras este final de año lleno de éxitos, estamos convencidos de que the best is yet to come. ¡Seguimos!

Burundi, omnipresente en la cabeza de los voluntarios – KPMG

Burundi, omnipresente en la cabeza de los voluntarios – KPMG

La vuelta a España después de un verano en Burundi deja una importante marca en cada uno de sus voluntarios. La mayoría coincide en que esta experiencia les ayuda a cuantificar lo afortunados que son, y les invita a ser más agradecidos, sobre todo en cosas que daban por sentado antes del viaje. No obstante, pasados unos meses se va diluyendo el impacto de ese viaje, y los gestos más materiales se van esfumando. Como bien dijo nuestro amigo Carlos Bobillo en su video “La normalidad nos acaba volviendo a situarnos en nuestra rutina”.

Sin embargo, existe un denominador común que perdura en la mente de todos los voluntarios, incluso muchos meses después de haber vuelto, y este es: la profunda voluntad de aprovechar cualquier oportunidad donde se ofrezca ayuda, para explicar la realidad que vive este pequeño país centroafricano.

Siguiendo esta línea, este año uno de nuestros voluntarios presentó el proyecto de equipamiento y puesta en marcha del ya construido centro materno-infantil a los premios “En KPMG apoyamos proyectos que transforman la sociedad. X Edición.” de la Fundación KPMG, y tras ser sometido a votación por todos los empleados de la firma, ha quedado seleccionado como uno de los proyectos galardonados. ;

Este galardón además de incluir una importante cuantía económica nos ayudará a difundir a miles de personas el trabajo que ha llevado a cabo ASU a lo largo de sus más de diez años de existencia. El dinero recibido será crucial para consolidar el largo recorrido en la construcción y puesta en marcha del centro maternal infantil de Ndava. El acondicionamiento del centro será posible gracias a la compra del material que estaba pendiente, como camas de partos, incubadoras, cunas o sillas de ruedas…

En fin, estamos muy contentos de esta noticia ya que paradójicamente en un momento de tremenda incertidumbre y de recentralización de nuestros intereses, se va a poder dar un paso de gigante en la mejora de los servicios sanitarios de la comunidad burundesa.

¡Seguimos! Vamos! (o como dicen en Burundi, komera!)