por KOMERA | Nov 10, 2022 | Carlos B, Cooperación al desarrollo
Este año ha sido muy especial en Burundi, y es que siempre nos hace especial ilusión volver a casa.
También nos hace especial ilusión contaros que este año hemos cumplido un sueño, para nosotros y para los beneficiarios de nuestros proyectos en Burundi. Un sueño que se cuenta muy rápido pero que se ha fraguado a fuego lento. Ahí va: después de meses de diversas reuniones, nos hemos aliado con LaLiga para el desarrollo de proyectos conjuntos en Burundi. El objetivo es sencillo: mejorar la vida de los burundeses a través del fútbol y sus valores.
Dentro de este acuerdo se enmarca nuestra primera acción conjunta: el proyecto “One Goal One Dream”, que se desarrolló este verano en Ndava con el objetivo de promover la igualdad de oportunidades a través de la organización de un torneo de fútbol femenino infantil, y que fue el proyecto escogido por LaLiga como acción para el final de la temporada en España.
Con este proyecto con LaLiga buscamos, además de cubrir las necesidades básicas de los burundeses, ir un paso más allá para lograr el desarrollo integral de la persona, potenciando los deportes y el ocio en Burundi como instrumentos de integración social y desarrollo personal a través de los valores que promueven.

Equipos finalistas del torneo “One Goal One Dream” posando antes las cámaras
El torneo “One Goal One Dream” reunió a 50 niñas de entre 12 y 16 años de la colina rural de Ndava, donde concentramos la mayoría de nuestros proyectos en Burundi desde nuestros inicios. El objetivo: promover la igualdad de oportunidades a través del fútbol y sus valores -compañerismo, respeto, solidaridad, superación- como inspiración para los niños para alcanzar sus metas y sueños. Para ello, todos los partidos organizados durante el torneo se acompañaron con charlas educativas sobre los valores del deporte y de LaLiga. Además, los cuatro equipos participantes reunieron a niñas de diferentes edades, etnias y grupos sociales con el objetivo de promover la cohesión social y la solidaridad, y de luchar contra la discriminación.

Lance del juego la final del torneo “One Goal One Dream” que enfrentó al equipo de la Fundación Real Madrid con la Fundación Atlético de Madrid
Es importante señalar que el fútbol femenino aún está dando sus primeros pasos en Burundi, por lo que este torneo llega en el momento perfecto, al coincidir además con la reciente clasificación de la selección nacional femenina para la Copa Africana de Naciones por primera vez en su historia. El torneo “One Goal One Dream” es un paso importante en esta dirección, ya que anima a las niñas a aumentar la confianza en sí mismas, a participar activamente en la sociedad y a adquirir una mayor independencia.

“Lo importante es participar y disfrutar haciéndolo”
El torneo se celebró con gran expectación, en un ambiente festivo y con cientos de personas presentes como espectadores. En el partido final, el equipo de la Fundación Real Madrid se impuso al equipo patrocinado de la Fundación Atlético de Madrid por un ajustado marcador de 2-1. Independientemente del resultado, lo más llamativo fue sin duda la cara de felicidad de todas los participantes, que nos recuerda la esencia de los valores del deporte: lo importante es participar y disfrutar haciéndolo.
El resultado del torneo no pudo ser más positivo. Amidou Nshimirimana, director de proyectos de nuestra contraparte local en Burundi, ASEDR, nos lo contaba así: “el fútbol es un lenguaje global que no entiende de etnias ni de géneros, y precisamente por eso es la mejor herramienta de la que disponemos para eliminar todas esas fronteras que no deberían existir”.

Amidou Nshimirimana, director de proyectos de ASEDR, en una de sus charlas fomentando los valores del fútbol
El torneo contó además con un invitado muy especial que causó sensación entre los asistentes: Raoul Byamungu, buen amigo de ASU ONG y delantero de la selección nacional de Burundi y del Messager FC Ngozi. Tras participar en algunos de los partidos y entregar los distintos trofeos en medio de una gran emoción, nos contaba que: ” no hace mucho tiempo, yo también era un niño que soñaba con algo que parecía imposible, pero días como hoy nos recuerdan que lo único imposible es lo que no intentamos, y que con trabajo y esfuerzo los sueños se hacen realidad si realmente crees en ellos”.

Raoul Byamungu, delantero de la selección de Burundi, y Carlos Bobillo, de ASU, entregando el premio a los ganadores
Walt Disney decía que “nuestros sueños pueden convertirse en realidad si tenemos el valor de perseguirlos”. Sin duda, el proyecto “One Goal One Dream” supone un gran primer paso para que los niños de Ndava se lancen a conquistar sus sueños y cambien su futuro.
por KOMERA | Oct 27, 2022 | Carlos B, Cooperación al desarrollo, Voluntariado
Este verano hemos tenido la suerte de volver a casa.
Y lo valoramos más que nunca, sobre todo después de estos dos años sin haber podido pisar Burundi a raíz del COVID. Y también, porque este verano era sin duda especial al cumplirse 15 años de nuestro primer viaje al corazón de África.
La verdad es que Burundi nos ha sorprendido como siempre. Natural, salvaje, sin reglas, caótico, desaliñado, puro, inocente, transparente, alegre, vasto, equilibrado, esencial, trascendental, humano. Burundi es belleza. Belleza en estado puro.
En total, hemos sido 56 los españoles que hemos tenido la inmensa suerte de contemplar esa belleza este verano, en tres viajes distintos.
El primero de los viajes juntó a 20 estudiantes de la Universidad Villanueva, que fueron acompañados por Don Miguel Antonio, sacerdote que ya ha estado con nosotros otros años en Burundi y Nicaragua, por Manolo Nevado, médico que aprovechó su estancia para echar una mano en nuestro centro materno-infantil, y por su mujer Mariana Álvarez, artista que ha colaborado con nosotros en el pasado y que también aprovechó su estancia para llenar de color medio Burundi y para inspirarse para sus futuras obras. Este grupo organizó un campamento de verano para 150 niños en nuestra escuela primaria de Ndava y después se trasladó a la casa de las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa en Kirundo, con quienes colaboramos desde nuestros inicios.

Grupo de la Universidad Villanueva con las Misioneras de la Caridad de Madre Teresa en Kirundo
La segunda de las expediciones llevó a 15 universitarios a Ngozi, donde organizaron un campamento de verano para 140 niños, y a Kirundo, donde también colaboraron con las Misioneras de la Caridad. Ambos grupos estuvieron acompañados todo el verano por un grupo de estudiantes de la Universidad de Ngozi, con la idea de aprovechar el viaje para realizar un encuentro entre universitarios españoles y burundeses y acercar estas dos realidades tan distintas. Los dos grupos se juntaron en Ngozi para unir fuerzas de cara a nuestro tradicional partido de fútbol contra la Universidad de Ngozi, que llevamos celebrando desde el primer año y que este año se saldó con victoria para los abazungus españoles por 3-2.

Grupo de universitarios cantando nuestro famoso “Imigambi” con el que empezamos y terminamos todos los días el campamento
Por último, el tercer viaje reunió a 16 jóvenes profesionales, que se trasladaron a la Universidad de Ngozi para llevar a cabo un curso de desarrollo e integración profesional (“Self development course“) con 150 universitarios. Aprovechando los conocimientos y perfiles de nuestros voluntarios, entre los cuales había consultores, médicos, militares, economistas e ingenieros, se impartieron clases en inglés de diversas temáticas como liderazgo, habilidades profesionales, pitch personal, emprendimiento, etc. Además, este grupo también se trasladó los últimos días a Kirundo con las Misioneras de la Caridad.

Grupo de jóvenes profesionales en la Universidad de Ngozi, donde llevamos a cabo nuestro “Self development course”
Son tantas las vivencias que nos ha regalado Burundi este verano que es imposible resumirlas en unas pocas líneas. Y es que Burundi es una realidad tan real e increíble a la vez. Burundi es vivir hoy, confiando en el mañana sin adelantarlo. Burundi es ponerse en manos de Dios. Burundi es dejarse sorprender. Es querer ser mejor. Burundi es el de enfrente. Salir de uno mismo, negarse. Es equilibrio entre dar y recibir, es dinámica de amor. Burundi es sonreír, mirar, afirmar. Burundi es abrir las puertas del corazón, de par en par, sin miedo y confiando. Burundi es perseverancia, iniciativa y pasión. Es sed, es amor, es entrega: ndanyotewe… Burundi es esencia de vida, es prioridad, es lo imprescindible en medio de realidades tan prescindibles. Es pobreza; y riqueza. De espíritu; de materia. Es renuncia y necesidad. Burundi es soñar, abrir nuevos caminos, horizontes. Es vivir, son pies descalzos. Es superación y grandeza. Es tocar el cielo en la tierra. Es fatiga, bendita fatiga que impulsa a más. Es todo o nada. Felicidad, plenitud… darlo todo sin tener nada. Es poner corazón, ¡que todo sea verdad!
Gracias Burundi por este verano. Gracias por dejarnos volver a casa.
por KOMERA | Oct 6, 2022 | Carlos B, Cooperación al desarrollo, Eventos, Voluntariado
Se viene bombazo: organizamos la I Maratón de Burundi, con el apoyo de Deloitte Legal.
El 7/12/2022 haremos historia en Burundi, uniendo los 42 kilómetros que separan Ngozi de nuestra querida Ndava.
Y todo ello con una única meta: recaudar fondos para construir nuestra escuela secundaria de Ndava. Porque corriendo, también se puede cambiar el mundo. Sobre todo, cuando corres por una causa y cada kilómetro te acerca a la meta por partida doble.
Durante una semana, nos desplazaremos varios corredores desde España y se nos unirán algunos de nuestros amigos burundeses. ¿El plan? Muy sencillo: correr, ayudar, conocer nuestros proyectos y recorrer el país más increíble del mundo
Muchos son los llamados pero pocos los elegidos. ¿Eres de los valientes?
Últimos días para cerrar inscripciones.
por KOMERA | Sep 5, 2022 | Carlos B, Cooperación al desarrollo, Testimonios, Voluntariado
Hoy comienza un nuevo curso, y como siempre, son días de planificar, de organizar el año, de nuevos propósitos…
Hoy también se cumplen 6 años de la canonización de Madre Teresa en Roma, a la que tuvimos la suerte de asistir, y nos acordamos mucho de ella.
Burundi, Nicaragua, Calcuta, Madrid… Durante estos 15 años, hemos recorrido medio mundo de la mano de nuestras queridas sisters, pero aun así nos siguen sorprendiendo cada año. Este verano, hemos tenido la suerte de convivir con ellas varias semanas en su casa de Kirundo en Burundi, y la verdad es que lo han vuelto a hacer. Es cierto que somos los únicos voluntarios que visitan la casa en todo el año -es lo que tiene ir a la que probablemente sea la casa más recóndita de las sisters en todo el mundo-, pero aun así, es difícil entender el amor con el que nos reciben cada año como si fuera la primera vez. Sobre todo, teniendo en cuenta que, aunque nuestra intención es ayudar, para ellas siempre es una carga añadida el tener que estar pendientes de nosotros, buscarnos tareas y ocupaciones, atendernos, solucionar nuestros problemas… Por mucho que lo intentemos, al final nos hemos acostumbrado a que nunca acabaremos de entenderlas del todo.
Se ha escrito mucho sobre la Madre Teresa y sobre las sisters. Después de estos 15 años conviviendo y trabajando codo con codo con ellas, sin duda nosotros también tenemos anécdotas como para escribir un libro. Quizás algún día lo hagamos. Pero hoy, simplemente queremos centrarnos en algo sencillo, algo pequeño. En una cita. Una cita que ni siquiera es de Madre Teresa, pero que nos ha recordado mucho a ella en este día tan especial. Dice simplemente así:
“La belleza está en los ojos de quien mira”
Y es que si algo le pedimos a este curso, es aprender a mirar como las sisters. Porque nos pasamos la vida mirando sin mirar, porque los ojos que tenemos no saben amar. Porque queremos esa mirada que deslumbra con su luz. Porque si cambiamos la mirada, seremos capaces de ver con el corazón. Porque si aprendemos a mirar con el corazón, aprenderemos a amar como ellas…
por KOMERA | Jun 3, 2022 | Carlos B, Colaboraciones, Cooperación al desarrollo
Siempre se ha dicho que “el arte no es una mercancía”. Y es que el arte, a lo largo de la historia, ha demostrado en multitud de ocasiones que es una de las mejores herramientas para luchar por un mundo mejor. Son muchos los artistas que han estado a la vanguardia del cambio y del activismo social, siendo capaces de reflejar las realidades y problemas más profundos del mundo de forma radicalmente diferente. Imaginativos, creativos, sensibles, vocacionales, diferentes, reivindicativos… Los artistas se caracterizan por toda una serie de virtudes que, puestas al servicio de su obra, les otorgan una capacidad única para poder cambiar el mundo.
Hace muchos años, conocimos a una artista muy especial que sin duda reunía todas esas virtudes tan únicas. Cuando su talento se cruzó con África, no hubo vuelta atrás. Se enamoró del continente negro, de sus paisajes, de sus costumbres y de sus gentes, y ya no fue capaz de pintar nada más. Durante años, ha estado viajando por distintos rincones de África, participando en diferentes proyectos uniendo solidaridad y creatividad, y sirviéndose en último lugar de todas esas vivencias en el continente de los colores como fuente de inspiración. Su obra ha ido adquiriendo una importante notoriedad con los años, participando en distintas ferias y certámenes tanto nacionales como internacionales. Sin duda, una historia increíble que merece la pena escuchar.
Esa artista es Mariana Álvarez Enrique y hoy os contamos con mucha alegría que nuestros caminos se han vuelto a cruzar después de muchos años. Mariana viajará este verano a Burundi con nosotros durante un mes para apoyarnos en nuestros proyectos y para compartir su creatividad con la comunidad local. Pero además, Mariana ha querido ir un paso más allá poniendo su talento y su esfuerzo al servicio de los más necesitados, donando una de sus obras a la labor que desde ASU ONG llevamos a cabo en Burundi.
La pieza en cuestión mezcla distintas técnicas, incluyendo fotografía, pintura, collage y metacrilato, y se centra en unos de los principales motivos de la obra de Mariana: la realidad de la mujer africana, verdadero motor social de trabajo, cuidado y sostenimiento de la familia, símbolo de lucha y esperanza. Y es que Mariana Álvarez es una de esas artistas comprometidas dispuestas a cambiar el mundo a través del arte, utilizando su obra como instrumento para acercarnos a una realidad que, lo queramos o no, existe y está mucho más cerca de lo que creemos.
Toda esta iniciativa ha sido posible también gracias a Marita Segovia, amiga de ASU ONG desde nuestros inicios y célebre galerista, que ha acogido la obra de Mariana Álvarez en su Galería Marita Segovia (calle Lagasca 7, Madrid), donde está a la venta desde hoy.
Para cualquier información, estamos disponibles en info@asuong.org
por KOMERA | May 27, 2022 | Carlos B, Colaboraciones, Concursos, Cooperación al desarrollo, Premios
El tiempo vuela, especialmente en Burundi. En los próximos días, nuestro Centro Materno Infantil de Ndava cumplirá un año. Un año desde el día más feliz de nuestra vida. Un año desde que dimos la bienvenida al mundo a Lucía, y a los más de 300 bebés que han venido después. Un año en el que hemos dado miles de gracias por muchos pequeños milagros y por poder llevar a cabo un sueño que hasta hace muy poco parecía imposible: salvar la vida a quienes dan vida.
Abrir el centro fue sin duda un milagro, pero igual de milagro ha sido todo lo que ha ocurrido desde entonces. Siendo sinceros, al principio nuestro único objetivo era poner el centro a funcionar, pero la realidad es que cuando finalmente lo logramos no teníamos muy claro cómo íbamos a financiarlo. ¿Cómo es posible semejante error de cálculo? Muy fácil: si en algo somos especialistas en ASU es en el “Dios proveerá”, “todo acaba saliendo bien”, y “toda gran aventura comienza con un primer paso” ¿O acaso alguien puede demostrar lo contrario? Pues eso. Lo único que teníamos claro es que había que aguantar un año como fuera, pues a partir de ahí el centro sería sostenible gracias a nuestro acuerdo de cofinanciación con el Ministerio de Sanidad de Burundi vía fondos OMS. Ya solo quedaba resolver el… ¿y ahora qué hacemos?
En esas estábamos cuando, para que luego digan que la providencia no existe, recibimos un mensaje de nuestra voluntaria y amiga Marián Rodríguez-Ponga, en el que nos animaba a presentarnos al concurso BCG Colabora de Boston Consulting Group (BCG), a través del cual los empleados de la firma votan y financian 5 proyectos sociales. No os vamos a engañar, al principio pensábamos que Marián nos miraba con demasiados buenos ojos… ¿ASU? ¿Ganando el concurso BCG? Not gonna happen, pobre loca… Pero Marián insistía e insistía, y viendo su obstinación, empezamos a pensar que no perdíamos nada por intentarlo, y sobre todo, que si ella nos animaba, es porque confiaba en nosotros.
El resto de la historia… Os lo podéis imaginar. Ganamos. Sí, ganamos. Sí, ASU. Sí, el concurso de BCG. Pero rápidamente llegaron nuevos retos: el centro empezó a ir tan bien que cada día empezábamos a recibir a más y más madres. Primero fueron 3 partos por semana, luego 5, luego un parto al día, luego uno y medio… Buenísimas noticias sin duda, pero siempre con la responsabilidad de tener que financiar todos esos partos. ¿Qué pasó? Seguro que os lo podéis imaginar… Después de ese primer premio de BCG, más gente volvió a confiar en nosotros, y luego más aún. Finalmente, ha pasado un año, el centro pronto será sostenible gracias a nuestro acuerdo con el Ministerio de Sanidad de Burundi, y parece que por fin vamos a poder respirar tranquilos… hasta que nos embarquemos en una nueva aventura, pronto os contaremos 😉
Nada de esto habría sido posible sin unos cuantos locos de BCG que confiaron en nuestro proyecto cuando era poco más que una idea mal explicada en una slide de Powerpoint enviada el último día de plazo. Hay veces que la vida te sorprende. Y hay veces que la gente te sorprende. Como decía Truman Capote, “cuando alguien te da su confianza, siempre te quedas en deuda con él.” Por eso, amigos locos de BCG, queríamos daros las gracias por confiar en nosotros, no solo en nuestro nombre, sino en el de todas las madres que cada día pueden dar a luz en las mejores condiciones en nuestro centro de Ndava. Y es que no podemos estar más agradecidos porque… ¡con vosotros empezó todo!