por KOMERA | Nov 15, 2023 | Carlos B, Cooperación al desarrollo, Voluntariado
Hace un par de meses, recibíamos un vídeo de unos de los equipos de voluntarios que ha estado este verano en Burundi contándonos lo que habían vivido al visitar los poblados batwa de Ngozi.
Su testimonio era difícil de olvidar: los batwa, una etnia pigmea muy minoritaria, viven al margen de la sociedad en Burundi, un país que de por sí es el más pobre del mundo. Son por tanto lo más pobres entre los pobres, una comunidad olvidada a ojos del mundo que vive hacinada en cabañas de paja sin luz, agua ni electricidad.

Choza de paja tipo de una familia batwa, en la que viven una media de 8 personas
Pero a grandes problemas, grandes soluciones. Después de muchos años trabajando con las comunidades batwa y de conocer sus necesidades de primera mano, hemos visto que es imposible que los batwa salgan adelante sin en primer lugar garantizar que viven en unas condiciones mínimamente dignas que les permitan afrontar el resto de retos a los que se enfrentan. Teniendo en cuenta esto, el reto que nos lanzaba el equipo desde Burundi era sencillo: financiar la construcción de casas firmes en adobe con habitaciones, baño y cocina independientes para poder garantizar a los batwa un mínimo de seguridad, higiene, privacidad, y sobre todo de dignidad, sobre la que empezar una nueva vida para cambiar su futuro.

Casa de adobe para una familia batwa con habitaciones, baño y cocina independientes
Hoy, dos meses después, hacemos balance del proyecto y vemos que la respuesta a este reto no ha podido ser más increíble. Gracias a la ayuda de muchas personas, finalmente se han conseguido más de 6.000€ para este proyecto, que acabamos de mandar a Burundi y que nos van a permitir construir un total de 6 casas para 6 familias batwa. Estas primeras casas irán destinadas a aquellos que más lo necesitan: familias que han perdido a alguno de los padres y que por tanto se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad. Os adjuntamos a continuación una fotografía de este tipo de casas que ya hemos construido en el pasado para que podáis visualizar mejor el proyecto, y nos comprometemos a compartir el proyecto de construcción de las 6 casas una vez haya finalizado para que podáis sentir muy de cerca el granito de arena que habéis aportado. En paralelo, seguiremos con el resto de proyectos que llevamos a cabo con estas comunidades: becas para que los mejores estudiantes batwa puedan ir a la Universidad de Ngozi, perforación de un pozo para que puedan tener agua corriente, entrega de ropa, material y escolar y medicinas…

Donación de ropa a las comunidades batwa en julio de 2023 gracias a McYadra

Donación de zapatillas a las comunidades batwa en julio de 2023 gracias a Pompeii
Este ha sido un primer pequeño gran paso para poder mejorar las condiciones de vida de estas comunidades batwa, con las que esperamos seguir caminando juntos durante muchos años más para darles todo nuestro apoyo para que puedan avanzar y desarrollarse con el objetivo de que ellos mismos puedan cambiar su futuro.
Nada de esto habría sido posible sin la colaboración de tantísima gente que ha apostado por este reto, por lo que solo podemos estaros agradecidos, compartir con vosotros la ilusión que nos hace este proyecto e invitaros a venir a verlo en persona cuando queráis 🙂
por KOMERA | Sep 8, 2023 | Carlos B, Cooperación al desarrollo, Voluntariado
Este verano, una vez más, hemos vuelto a casa.
Y ahora, ya de vuelta a la realidad, nos sentimos en la obligación de contar todo lo que hemos vivido, aunque la verdad es que no sabemos muy bien por dónde empezar. Pero merece la pena intentarlo, porque si algo hemos aprendido estos meses es que tenemos que compartir con el mundo ese gran regalo que es Burundi, que después de tantos años seguimos sin ser capaces de entender del todo, y que sigue descubriéndose poco a poco, en lo escondido.
Y es que Burundi se nos ha revelado una vez más como una realidad completamente diferente, oculta para la mayoría pero muy palpable para aquellos que tienen los ojos del rostro -y del corazón- bien abiertos.
Este año, sabíamos que todo iba a ser diferente. Empezando porque hemos batido todos nuestros récords: en total hemos sido 70 españoles -y algún que otro mexicano infiltrado- los que hemos podido disfrutar de la realidad del corazón de África, de ese pequeño rincón del mundo al que tenemos la suerte de poder llamar casa. Ha sido el año de más viajes -cuatro en total- y de más jóvenes trabajando para poder seguir desarrollando proyectos y abriendo nuevas vías de colaboración, pero si algo hemos aprendido es que los números dan igual, porque lo verdaderamente importante ha sido la huella que todas estas experiencias han dejado en Burundi y en nuestro corazón.
Arrancamos el mes de junio con un grupo de 17 jóvenes del colegio Aldovea que llevaron a cabo, como desde hace ya más de 15 años, un campamento de verano para 125 niños, repartieron material de cooperación y, como novedad, ayudaron a construir nuestra nueva escuela secundaria técnica en Ndava cuyas obras están en plena ejecución. Acabaron, dónde si no, trabajando con las Misioneras de la Caridad en Kirundo, ese lugar lleno de paz y amor al que nunca nos cansaremos de volver.

Grupo del colegio Aldovea en la construcción de nuestra Escuela Secundaria Técnica San José de Ndava
Y llegó julio, y con la llegada del nuevo mes casi 40 jóvenes aterrizaron en Burundi. Durante su estancia en Burundi, los universitarios se dividieron en dos grupos para llevar a cabo durante todo el mes nuestro tradicional campamento de refuerzo escolar en nuestra escuela primaria de Ndava, y para trabajar mano a mano con nuestras queridas sisters de Kirundo. Así latió nuestro corazón esas semanas:
“Cuando volvamos a Madrid y vuelva nuestra rutina, nuestro cansancio y nuestros miedos, no dejes por favor que nos olvidemos de todas estas personas y de su ejemplo, porque claramente nos estás hablando a través de ellos. Y es que aunque muchas veces no podamos comunicarnos fácilmente, estas personas nos hablan. Nos hablan a través de la sinceridad de su mirada y de la alegría contagiosa de su sonrisa. Y en el fondo, a través de su ejemplo, eres Tú quien nos habla, regalándonos un inagotable testimonio de fe y esperanza. Qué suerte poder aprender tanto de ellos y de Ti. Ojalá no lo olvidemos nunca.”

Grupo de universitarios en el tradicional campamento de verano en nuestra escuela primaria de Ndava
Por último, en el mes de agosto aterrizaron en Burundi 16 jóvenes profesionales que decidieron pasar sus pocas vacaciones dándose a los demás. Empezaron en la Universidad de Ngozi impartiendo un curso de desarrollo personal y profesional para más de 400 alumnos (la previsión inicial era de 150…) y a la vez llevaron a cabo un campamento de niños por las tardes. Acabaron su viaje también en Kirundo con las sisters, que nos abrieron de par en par las puertas de su casa -y de su corazón- como llevan haciendo desde hace más de 15 años y como han hecho una vez más a lo largo de los 3 meses que hemos pasado con ellas este verano. Con ellas, pudieron compartir varios días de entrega y de oración que les unieron aún más como familia.
Esa unión hizo brotar el espíritu de esta manera:
“Fuimos unos y volvimos otros, los mismos pero distintos. Corazón lleno. Tratando de asimilar todo lo vivido en el corazón de África. Aprendimos que es difícil comunicarse con personas que no hablan tu mismo idioma, pero que es fácil entenderse con el lenguaje del amor: abrazos, besos, sonrisas y bailes; no se necesita más. Hemos comprendido que, cuanto más das y más vacío te quedas, más espacio hay para llenarse con Amor y paradójicamente, más lleno estás. Hemos aprendido que tenemos que agradecer más, hasta lo más pequeño. Porque es nuestro deber y salvación dar gracias siempre y en todo lugar. Que es ahí. Ahí dónde el corazón vibre, la cabeza esté en calma y el alma contenta. ¡Ahí es!”

Grupo de jóvenes profesionales en la casa de las Misioneras de la Caridad de Kirundo
Ya os lo decíamos: no sabíamos muy bien cómo contaros con detalle todo lo vivido estos meses. Pero en el fondo los detalles dan igual, porque más que todas las vivencias, simplemente queríamos compartir lo que llevamos en nuestro corazón. Compartir que tenemos que dar gracias. Compartir que somos testigos de una realidad tras la cual se esconde el sentido del sufrimiento y el secreto de la felicidad. Compartir que Burundi es un regalo y que en nuestras manos está lo que queremos hacer con él. ¡Compartir que ahí es!
por KOMERA | Mar 15, 2023 | Carlos B, Cooperación al desarrollo, Eventos
Después de correr la I Maratón de Burundi, hemos terminado de perder la cabeza. Porque 111km no son tantos y porque estamos locos por cambiar el mundo 🙂
Hemos pensado que la Ruta Teresiana de 111 kilómetros, que normalmente se hace en 4 etapas, nos sabe a poco y la vamos a intentar recorrer en una sola. Suena a locura, y efectivamente lo es. La idea es caminar durante 24 horas (o menos), sin dormir, sin echarse la siesta, básicamente sin parar. Saldremos desde Alba de Tormes el sábado 25 de marzo por la mañana, y llegaremos a Ávila el domingo 26 al mediodía. Durante el camino: risas, lloros… ¡incluso delirios! Pero, sobre todo, lo que no faltará en ningún momento es ilusión y esperanza.
El objetivo del reto: recaudar fondos para la construcción de nuestra escuela secundaria técnica en Ndava, Burundi. Porque andando también podemos cambiar el mundo, y porque «cada paso cuenta». Y es que en cada paso que demos, nos acordaremos al mismo tiempo de todos los que nos apoyáis en esta locura y que con vuestro esfuerzo nos empujáis hacia la meta, y por supuesto tendremos muy presentes también a todos esos niños, de Burundi y de cualquier parte del mundo, que cada día se ven obligados a caminar durante innumerables horas simplemente para poder estudiar y tener un futuro. Por eso, daremos siempre «un paso más por los que no pueden rendirse».
Para conocer toda la info sobre este reto entra aquí.
por KOMERA | Mar 2, 2023 | Carlos B, Cooperación al desarrollo
Hace un año, por estas fechas, Jaime Bobillo de LEGO y Carlos Bobillo de ASU se subían en un avión rumbo a Burundi con una misión “secreta”. Entre otras muchas cosas, uno de los objetivos de ese viaje era lanzar un proyecto piloto en nuestra querida Ndava, un proyecto totalmente innovador del que no hemos querido contar nada hasta comprobar que tenía sentido y que realmente podía mejorar la vida de las personas con las que trabajamos día a día en Burundi.
Hoy, un año después de su lanzamiento, y tras comprobar el gran impacto que está teniendo el proyecto en Burundi, nos hace mucha ilusión contaros que nos hemos aliado con LEGO para desarrollar proyectos tanto en Burundi como en España, convirtiéndonos en unos de sus 3 partners en nuestro país.
El primer proyecto que hemos desarrollado conjuntamente en Burundi, “Build Your Tomorrow”, es un programa para el fomento de la creatividad y el desarrollo personal a través de LEGO para los niños de nuestra escuela primaria San Josemaría de Ndava, con el objetivo de potenciar su integración a todos los niveles.
Asimismo, en España ya llevamos varios meses colaborando también con LEGO, habiendo desarrollado conjuntamente distintos proyectos con niños en riesgo de exclusión (de la mano de la Fundación Hakuna) y con síndrome de Down (en colaboración con Down Madrid).
La idea con estos proyectos es muy sencilla: buscamos explorar el lado más creativo de los niños, dando rienda suelta a su imaginación y a sus sueños para que comiencen a construir su futuro lo antes posible. Porque creemos que jugar es algo que deben hacer todos los niños del mundo. Y no solo porque los niños tienen que pasárselo bien, que por supuesto, sino porque jugar estimula su curiosidad, despierta su creatividad, les ayuda a expresar sus ideas e inspira el amor por el aprendizaje para toda su vida. Y es que está demostrado que los niños que juegan y aprenden haciéndolo, adquieren todo tipo de habilidades para afrontar los retos de su vida futura.

Escuela primaria San Josemaría donde llevamos a cabo el proyecto “Build Your Tomorrow”
Con nuestro proyecto “Build Your Tomorrow” buscamos que los casi 1.000 niños de nuestra escuela primaria de Ndava, que pronto serán 1.500 con la secundaria que estamos construyendo, jueguen aprendiendo y aprendan jugando. En concreto, el proyecto consiste en la organización de talleres semanales de LEGO con una duración de 2 horas. Estos talleres son impartidos por un profesor con formación previa en LEGO y se llevan a cabo con materiales donados por la Fundación LEGO que hemos trasladado específicamente a Burundi para este proyecto.

Trabajando en equipo para lograr mejores resultados
Además de todo lo anterior, creemos que el proyecto “Build Your Tomorrow” refuerza de forma inmejorable el método de aprendizaje a través de valores y virtudes que desarrollamos en nuestra escuela de Ndava, pues fomenta valores universales como el respeto, la confianza, la creatividad, la generosidad, la paciencia, la voluntad, la tolerancia, la reflexión colectiva, la colaboración, la superación, etc. Y además, favorece la integración de los niños, pues al comunicar sus pensamientos, al comprender a los demás a través de la interacción y al compartir ideas, los alumnos no solo son capaces de disfrutar con los demás, sino que también pueden construir relaciones más fuertes entre ellos.
Y es que, en este proyecto, los niños son los verdaderos protagonistas. Son ellos los que eligen, prueban diferentes métodos y dirigen sus propios experimentos, y esto es lo que vemos que marca la diferencia a la hora de aprender. Eso no significa que el profesor no participe. Pero sí lo hace de forma distinta, dejando que sean los niños quienes tomen sus propias decisiones para acelerar su aprendizaje. Pudimos ver un ejemplo muy claro durante nuestro viaje a Burundi, cuando el profesor retó a los niños a construir la torre más alta posible sin que esta se cayese, guiándoles en la existencia de un problema y en el desafío que suponía, pero sin revelarles la solución de ensanchar la base.

“Lo importante es jugar aprendiendo y aprender jugando”
Un año después de su lanzamiento, empezamos a ver poco a poco los resultados del proyecto “Build Your Tomorrow” en los niños, así como la buenísima acogida que está teniendo en la escuela tanto por parte de los alumnos como de los profesores. Y por eso, hoy nos hace especial ilusión contaros nuestra alianza con LEGO para comenzar a construir el futuro de los niños de nuestra escuela de Ndava. Porque los niños son niños, nazcan donde nazcan, y dejarían de serlo si nos olvidamos de su futuro. ¿Te animas a construirlo juntos?
por KOMERA | Ene 27, 2023 | Carlos B, Testimonios
Por fin, después de muchos meses de trabajo, ha llegado el día. Por fin podemos compartir con vosotros este regalo que hemos estado tanto tiempo preparando con tanto cuidado y que estábamos deseando lanzar al mundo.
Si hay algo que tenemos claro después de estos 15 años en Burundi, es que nadie que pisa el corazón de África vuelve siendo la misma persona. Cada uno con sus impresiones, con sus experiencias, con sus vivencias… Cada uno con sus historias. Cada uno con un corazón distinto. Por eso nace Umutima -corazón en kirundi-, para compartir todas esas historias, historias que nacen en el corazón de África, historias que cambian nuestro corazón para siempre.
¿Por qué contar estas historias? Sin duda, 15 años de historias dan para mucho. Decía Cicerón que “el testimonio de mi conciencia es para mí de mayor precio que todos los discursos de los hombres”. Y es que los mejores testimonios son siempre el resultado de esas grandes pruebas a las que nos somete la vida. Porque un testimonio contado desde el corazón no es solo una historia, sino que es ese lugar donde dejamos lo que somos para acercarnos a nuestra verdad más profunda. Porque testimonio viene de otra palabra, “testigo”, y cuando uno ha sido testigo de algo tan pequeño y tan grande al mismo tiempo, como el propio Burundi, no puede guardárselo para sí mismo. Porque las historias de nuestro paso por Burundi, nos muestran nuestro verdadero yo, y también cómo hemos cambiado y cómo ha cambiado nuestro corazón. Porque todas esas historias nos permiten volver a nuestro origen, a Burundi, y evitan que partamos sin entenderlo y sin en el fondo entendernos a nosotros mismos.
También porque las tradiciones son importantes. Y es que en el Burundi tradicional, por la noche, junto a la lumbre, las familias se reunían para discutir libremente. Todos tenían derecho a compartir sus vivencias y todos dejaban hablar a sus corazones. Era el momento de las grandes y pequeñas historias. De las verdades inventadas y de las verdades de las de verdad. Era la oportunidad para que los ancianos enseñaran la sabiduría ancestral. Y al escucharles, mirando al fuego, los jóvenes se empezaban a cuestionar sus vidas, comenzaban a pensar en el futuro y a escuchar a su corazón. En ASU hemos querido recuperar esta tradición y, cada dos viernes compartiremos, sin filtro alguno, una historia del corazón contada junto al fuego.

Por fin ha llegado el día. Por fin, salen a la luz 15 años de historias contadas junto a la lumbre. Por fin, todos podremos volver al corazón de África. Y a nuestros propios corazones. ¿Te lo vas a perder?
por KOMERA | Dic 30, 2022 | Carlos B, Cooperación al desarrollo, Voluntariado
Otro año más llega el 31 de diciembre y, una vez más, hacemos balance de lo que han sido estos últimos doces meses.
Este año el balance es sencillo: el 2022 ha sido sin duda alguna el mejor año de la historia de ASU. El año en que despegamos, en sentido literal y figurado.
Aunque no nos haya tocado el gordo (y eso que este año estábamos convencidos de que sí lo haría), estamos felices porque en todo lo demás hemos tenido suerte; mucha suerte. Y como la felicidad se contagia, no queríamos dejar de compartir con vosotros todos estos buenos momentos. Preparaos: despegamos.
Lo mejor de este año 2022 ha sido sin duda poder volver a casa. En total, han sido 6 viajes a Burundi, en los que han participado más de 60 voluntarios -récord histórico- y en los que hemos podido retomar nuestros campamentos de verano, nuestros cursos en la Universidad de Ngozi, nuestras estancias con las Misioneras de la Caridad de Madre Teresa de Calcuta… Burundi nos ha sorprendido como lo hace siempre, y es que el corazón de África es sin duda un lugar mágico y único donde cada año es posible tocar el cielo en la tierra.
Además del voluntariado, 2022 ha sido también un año récord para nuestra pata de cooperación al desarrollo en Burundi, en la que actualmente llevamos a cabo un total de 15 proyectos en las distintas áreas en las que trabajamos.
En educación, ya estamos trabajando en la ampliación a secundaria de nuestra escuela de Ndava, y pronto os contaremos novedades de nuestro nuevo proyecto de microcréditos en colaboración con nuestra querida Universidad de Ngozi.
En sanidad, seguimos emocionados de que en nuestro Centro materno infantil de Ndava siga salvando la vida a quienes dan vida, siga dando respuesta a las necesidades médicas más elementales de miles de personas y siga produciendo milagros cada día. Además, este año ha sido muy especial por haber podido cambiar la vida de Gilby, del que pronto os contaremos novedades.
En infraestructuras, no podemos estar más felices de ser luz para Ndava con nuestra instalación solar fotovoltaica para que nuestro Centro materno infantil de Ndava sea el mejor sitio del mundo para dar a luz… cuando no hay luz. Además, estamos en proceso de construcción de una iglesia en Ndava, proyecto que compartiremos con vosotros pronto.
En deporte, os contamos también muy ilusionados que seguimos con nuestro proyecto de rugby con valores, que hemos hecho una alianza con LaLiga para que se cumplan muchos sueños en Burundi, y que hemos organizado la primera maratón de Burundi uniendo nuestras queridas Ngozi y Ndava para demostrar que corriendo también se puede cambiar el mundo.
Por último, en lo que se refiere a nuestra área de emprendimiento social, el 2023 viene cargado de importantes novedades y desafíos que enseguida podremos gritar al mundo. Solo os damos tres pistas: café, restauración y textil. ¡Va a ser muy emocionante! 🙂
Este año ha sido especial porque hemos podido retomar nuestros programas de voluntariado también aquí en Madrid, llevando a cabo distintos proyectos con Hakuna, con la Fundación Down Madrid y con nuestras queridas Misioneras de la Caridad. Después del parón por el COVID este ha sido sin duda uno de los mejores regalos que nos ha podido hacer el 2022.
Y hablando de regalos, este año tenemos que estarle muy agradecidos a los Reyes también porque no podemos olvidarnos de la gran cantidad de premios y concursos que hemos ganado y que han hecho que haya sido posible sacar adelante todos los proyectos que os contábamos anteriormente. Una vez más, solo podemos decir gracias.
Por último, el 2022 también ha sido el año de despegue para nuestra comunicación, como veréis muy próximamente, para nuestros eventos, en los cuales hemos podido celebrar nuestro XV aniversario y muchas otros buenos momentos, y para nuestro equipo, que cada año sigue creciendo.
¿Y qué nos dejamos para el 2023? Como os hemos contado, este nuevo año viene fuerte y cargado de nuevos proyectos, pero nosotros solo le pedimos una cosa: poder seguir ayudando a quienes más lo necesiten tanto en España como en Burundi. Porque aunque todos estos proyectos, números y récords son sin duda grandes noticias, no podemos olvidarnos de que ASU siempre ha sido una ONG de personas y no de cifras. Por eso queríamos pararnos un momento para reflexionar y para no olvidarnos de lo importante; de que estamos aquí para servir. De que si cambiamos nuestra mirada no hay nada imposible, de que somos unos afortunados por poder continuar este sueño que ya cumple 15 años, y de que tenemos que dar las gracias, infinitas gracias.
Por eso nos acordamos estos días especialmente de todas las personas que formáis parte de esta pequeña familia que es ASU: beneficiarios, voluntarios, socios, donantes, equipo y demás amigos que hacéis que este sueño siga vivo cada día. Y por eso queríamos daros las gracias por estar siempre ahí, por confiar en nosotros para cambiar este mundo cada vez más complejo, por corregirnos cuando tenemos algún despiste –cosas de humanos-, y por compartir vuestras ideas, inquietudes y sueños con nosotros. A este lado también aprendemos mucho.
Nos vemos el año que viene. Agarraos fuerte a vuestros asientos porque… ¡Despegamos!